¿Por qué el método TOMATIS no funciona?
- Felipe L. Gutiérrez C.
- 26 jun 2024
- 7 Min. de lectura

Actualmente existe en nuestro país gran popularidad sobre el método TOMATIS, el mismo que se presenta como la solución milagrosa a todos los problemas de neurodesarrollo, desde el déficit de atención hasta el autismo, sin embargo, ¿es verdad que este método es tan eficiente como lo pintan?
En este artículo vamos a analizar desde un punto de vista serio el valor real que este famoso método tiene, esperando que sirva como una guía para los padres de niños que necesitan tratamiento para cualquier tipo de trastorno de neurodesarrollo leve moderado o severo, en los momentos de tomar la importante desición de elegir un tratamiento o un centro de estimulación/rehabilitación, esto ya que al ser el metodo TOMATIS supuestamente un tratamiento de “vanguardia” y “moderno”, los costos que involucran este tipo de programas son exorbitantemente altos y muchas veces por no decir todas no se obtienen los resultados esperados.
Aseguramos que el simple hecho de leer este texto valdrá la pena, aclarará muchas dudas, y no en pocos casos cuidará de tu bolsillo, al evitar que se “invierta” una gran cantidad de dinero en un proceso que no tiene ninguna validez.
Pero no nos adelantemos, empecemos por el inicio, analizando los orígenes de este “milagroso” método y quién fue su creador.
Alfred Tomatis nació en Niza en 1920 y murió en Carcasona en 2001. Tomatis era hijo de un cantante, Humbert Tomatis, un bajo de la Ópera de París. Aunque su padre intentó dirigirle al ámbito de la música, parece que tenía pocas dotes naturales y finalmente estudió Medicina, carrera que hizo durante la II Guerra Mundial, en la Francia ocupada por los nazis, terminándola en 1945. Se especializó en otorrinolaringología y cuando terminó el doctorado, su padre le empezó a mandar a colegas que tenían problemas con la voz .
Tomatis propuso la teoría en la década de 1950 (con tintes freudianos y sin ninguna evidencia científica), de que muchos problemas vocales eran en realidad problemas auditivos y que la dificultad surgía porque una mala experiencia generaba un bloqueo del cerebro auditivo para algunas frecuencias sónicas. Ese bloqueo de circuitos cerebrales generaba, a su vez, y, siempre sin ni un solo dato que comprobara estas ideas, cambios en el funcionamiento cerebral y en consecuencia, en el comportamiento de las personas.
Tomatis construyó un aparato, el “oído electrónico” que, en teoría (y volvemos a los aparatos milagrosos y mágicos) mejora distintos trastornos mentales y condiciones discapacitantes. El objetivo era (según Tomatis y sus seguidores) desbloquear las frecuencias sónicas alteradas mediante la emisión de nuevos patrones sónicos, solucionando el problema subyacente. Alfred Tomatis dijo que su máquina era útil para la dislexia, la depresión, la esquizofrenia e incluso el autismo, se basaba en la emisión de distintos sonidos, incluido Mozart, canto gregoriano o la voz tratada de la madre del paciente, actualmente se usa el TalksUp ®, que según los fanáticos tomatistas “el sistema de Oído Electrónico Tomatis® más avanzado. Cuenta con todos los parámetros del Oído Electrónico tradicional pero es más preciso y potente”, sin embargo simplemente es un refrito del antiguo aparato solamente adaptado a los avances en reproducción de sonidos.
Los estudios más recientes indican que la terapia alternativa de TOMATIS no hace nada en el autismo o en otros trastornos del neurodesarrollo.
Revisemos algunos ejemplos:
La revista “Autismo y trastornos del desarrollo”, en un artículo publicado en el 2008 señala que “Los resultados reflejan una falta de mejoramiento en el lenguaje usando el método Tomatis para niños con autismo” ( Corbett,Shickman y Ferrer, 2008), por otro lado Sinha,Silove,Hayen,Williams, realizaron un estudio con 171 pacientes con diagnóstico del espectro autista y analizan los resultados obtenidos por diversos tratamientos de integración auditiva, entre ellos el método Tomatis , llegando a la siguiente conclusión: “En la actualidad no hay evidencia suficiente para apoyar su uso”. Volvieron a replicar la investigación unos años después (2011) en un estudio realizado a 128 pacientes con diagnóstico de espectro de autismo y llegaron a una conclusión similar: “No hay evidencia de que la terapia de integración auditiva u otras terapias de sonido sean efectivas como tratamientos para los trastornos del espectro autista”, también, la Academia Americana de Pediatría concluye que frente a quienes dicen que es útil para el trastorno de atención e hiperactividad que “no hay estudios científicamente controlados que apoyen que el método de Tomatis mejore estos trastornos”
Sorprendentemente y pese a la abundante evidencia de que el método tomatis no sirve para la mejoría de los trastornos del neurodesarrollo, hay cientos de centros Tomatis por el mundo, siendo una auténtica multinacional de la pseudociencia y los tomatistas aplican esta pseudoterapia a miles de niños. Los seguidores-vendedores de aparatos Tomatis hacen lo que todos estos grupos: ocultan la ausencia de estudios científicos, publican ellos mismos en revistas de ínfima o nula calidad, no declaran sus conflictos de intereses, hacen estudios pésimamente diseñados, sacan conclusiones sesgadas y tergiversadas de sus “estudios”, pagan a “profesionales” y a padres que den “testimonios” de las “milagrosas” recuperaciones de sus hijos y generan una cortina de humo para ocultar que es un método que no hace nada y un aparato que lo que hace es causar un perjuicio económico a una familia que tiene un niño con un problema serio de salud. Eso en este país tiene un nombre, se llama estafa.
Tampoco publican los perjuicios y daños que este método puede causar a pacientes con diagnóstico de autismo u otros trastornos del neurodesarrollo, y que los profesionales vemos muy comúnmente en la práctica clínica:
Desarrollo de conductas de rechazo a sonidos por el uso prolongado de audífonos.
Fobia a los ambientes de rehabilitación por mal manejo terapéutico de los “especialistas”.
Desgaste económico de los padres por pagar entre 1600 y 2000 dólares por un tratamiento que no sirve para nada, lo que imposibilita que los niños tengan acceso posterior a otros tratamientos que sí han sido comprobados etc.
A pesar de las experiencias con pacientes que han salido de estos métodos sin resultados y que les ha tocado continuar con su peregrinaje en la búsqueda de ayuda eficiente para sus seres queridos, las páginas oficiales de los centro tomatis continúan aseverando que :
“...el Método Tomatis® es un enfoque pedagógico natural y no invasivo. Estimula el cerebro gracias a unos efectos sonoros basados en la música y la voz. Su práctica no es peligrosa ni dolorosa.”
Evidentemente no existen estudios serios que respalden tampoco esta afirmación.
Otra cosa que nos puede dar una idea de la “seriedad” del asunto es cómo se convierte usted en un “experto terapeuta tomatista”.
Según las páginas oficiales de TOMATIS, usted se puede convertir en un “experto” consultor y diseñador de programas Tomatis en 15 días, con tres horas (vaya ganga!!, cuando los especialistas estudian alrededor de 12 años en universidades y en programas de cuarto nivel de especialización). Las capacitaciones actualmente son el línea y en ninguna de ellas se establece la verificación de los títulos profesionales de los postulantes como prerrequisito de ingreso (eso reduciría los ingresos de su lucrativo negocio) o prácticas profesionales posteriores para la obtención del certificado (después de todo echando a perder se aprende cuando los “expertos” se pongan sus centros TOMATIS).
En 1996, la Food and Drug Administration, la agencia que controla los tratamientos médicos y los nuevos medicamentos en Estados Unidos prohibió la entrada en el país de oídos electrónicos así como también el establecimiento de centros Tomatis en EEUU. Posteriormente, el grupo Tomatis utilizó un engaño y planteó que sus aparatos no serían usados con fines sanitarios sino meramente como elemento educativo, como el que lleva unos audífonos a clase.
Lamentablemente en el Ecuador no hay una agencia seria que regule este tipo de estafas en la salud neurológica y mental de los niños.
El éxito del método TOMATIS por ende no se debe a los resultados que pregona, sino a la excelente campaña de marketing y ventas que lo mueve, en medios de comunicación prestan atención a sus “especialistas” porque es un tema de moda y para rellenar espacio de programación, a pesar de que en sus entrevistas se escuchan aberraciones que lo único que comprueban es el poco conocimiento de neurología de estos especialistas.
Como la realizada a la Sra. Cori López (españa), seguidora de Tomatis que hace las siguientes sorprendentes afirmaciones: “las vibraciones percibidas por el embrión en el útero materno, lo codifican”,”si se aplicase sistemáticamente en nuestros colegios…, el actual 30% de fracaso escolar español ¡descendería a la mitad!” o “si está usted encerrado en un cuarto con alguien que empieza a insultar gravemente, usted bloqueará su escucha” o como el caso del Sr. Victor Canchi director general de Tomatis Ecuador: que lo define como un “programa de estimulación auditiva neurosensorial” (¿Que acaso no todos los sentidos tienen una base neurológica?) y que asegura que es para el tratamiento de la baja autoestima , Segun afirma “..que es lo que hacemos a través de esta estimulación, hacer que los niveles de ansiedad y angustia vayan bajando en nuestros estudiantes”.
Otras páginas web de los centros Tomatis expresan ideas que rayan en la ridiculéz como que “el oído puede compararse a un dínamo que transforma las estimulaciones que recibe, en energía neurónica destinada a alimentar el encéfalo”.
También afirman que Alfred Tomatis mereció la Medalla de Oro del mérito científico de la Academia de Ciencias de París sin embargo en la Academia no hay ninguna referencia a él ni esta distinción aparece por ningún lado. Los premios que recibió son ¡adivina, adivinanza! de distintos centros Tomatis.
En fin, podemos darnos cuenta claramente que la moda TOMATIS, no es más que otra falacia para exprimir el dinero de los padres que en sus desesperación buscan lo mejor para sus hijos.
Es por eso que el objetivo de este artículo es poner sobre aviso a las familias de niños con alteraciones de neurodesarrollo que usen su juicio crítico y se aseguren de que el equipo profesional que elijan para apoyarlos en su lucha se encuentre realmente conformado por especialistas certificados con trayectorias comprobadas y que su metodología de trabajo esté basada en técnicas con respaldo científico.
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